Marco y Moni (de IMDEC) van todos los fines de semana a Temaca y siempre tengo ganas de acompañarlos pero por una cosa u otra casi nunca puedo, a Sara y Arthur les pasa lo mismo y Nati y Viky todavía no conocían así que nos organizamos para coincidir con Noemi (también voluntaria de IMDEC) y nos fuimos todos a Temaca, un poco a trabajar y otro poco a pasear y disfrutar de sus aguas termales.
El sábado llegamos a la tarde así que dimos una vuelta por el pueblo y avisamos que a la noche íbamos a proyectar La dignidad de los nadies de Pino Solanas en el Centro Comunitario para todos los que quisieran acercarse a verla. Más tarde tomamos unas cervezas en la cantina del pueblo con el Bombon y otros personajes de la zona (no dejo de sorprenderme de los personajes salidos de películas de Fellini que uno encuentra en los pueblos).
El domingo Ponchito nos levantó temprano para llevarnos a caminar a una barranca remontando el arroyo que abastece al pueblo de agua potable. El lugar es bellísimo y disfrutamos mucho el día de campo, pero en la caminata de regreso nos encontramos con una serpiente de más de un metro y medio de largo, color negro azulado bellísimo, que puso a prueba mi amor por la naturaleza. Teniendo en cuenta mi superfobia a las serpientes creo que no hice tanto papelón pero me impresionó muchísimo y me costó mantener la compostura. Fue el primer encuentro con una serpiente (después tuve otro en Patzcuaro) y seguro vendrán más teniendo en cuenta que ando mucho por lugares agrestes y estoy decidida a no dejar de hacer cosas por no encontrarme alguna “amiga”. Después de tanta tensión cerramos el día con un baño en las aguas termales para recuperar la armonía.
El sábado llegamos a la tarde así que dimos una vuelta por el pueblo y avisamos que a la noche íbamos a proyectar La dignidad de los nadies de Pino Solanas en el Centro Comunitario para todos los que quisieran acercarse a verla. Más tarde tomamos unas cervezas en la cantina del pueblo con el Bombon y otros personajes de la zona (no dejo de sorprenderme de los personajes salidos de películas de Fellini que uno encuentra en los pueblos).
El domingo Ponchito nos levantó temprano para llevarnos a caminar a una barranca remontando el arroyo que abastece al pueblo de agua potable. El lugar es bellísimo y disfrutamos mucho el día de campo, pero en la caminata de regreso nos encontramos con una serpiente de más de un metro y medio de largo, color negro azulado bellísimo, que puso a prueba mi amor por la naturaleza. Teniendo en cuenta mi superfobia a las serpientes creo que no hice tanto papelón pero me impresionó muchísimo y me costó mantener la compostura. Fue el primer encuentro con una serpiente (después tuve otro en Patzcuaro) y seguro vendrán más teniendo en cuenta que ando mucho por lugares agrestes y estoy decidida a no dejar de hacer cosas por no encontrarme alguna “amiga”. Después de tanta tensión cerramos el día con un baño en las aguas termales para recuperar la armonía.
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