domingo, 4 de octubre de 2009

Junté coraje y me animé al ciclismo urbano!!

Después que Gerardo me diera algunos consejos para andar en la ciudad y con un par de días de concentración y preparación psicológica finalmente, el miércoles a la noche hojeando la Guía Arquitectónica de Guadalajara tomé la decisión de hacer uno de los recorridos sugeridos para realizar en bicicleta.
El jueves me levante tempranito para evitar el sol abrasador del mediodía, cargué la mochi con agua, cámara de fotos, plano de la ciudad y guía arquitectónica, y me fui a buscar una bici (de las que presta el ayuntamiento gratuitamente, hay un puesto a unas 8 cuadras de casa).
Las bicis son tipo playeras y demoré un rato en acostumbrarme. Cuando quise frenar en la primer esquina instintivamente busque el freno en el manubrio y entre los nervios de no tener frenos y la indignación porque el ayuntamiento presta bicis sin freno, casi termino estampada contra un camión (un camión de verdad, no un colectivo que acá le dicen camión).
Cuando ya andaba medio canchera frenando con el pie, aunque la indignación no se me pasaba, me acordé que las bicis playeras frenan con los pedales. De más esta decir que toda mi indignación con el ayuntamiento se convirtió en ¡soy una tarada!, ¡cómo no me di cuenta antes! y cosas así.
Con los frenos bajo control recuperé la compostura y me animé a salir de la única avenida que tiene ciclovía, para seguir la ruta marcada por a guía arquitectonica. El problema es que la ruta sugerida para la bici indica ir en contramano en plena avenida llena de tránsito, decidí ir por una calle menos transitada y cuyo sentido de circulación me permitiera andar en la calle sin la amenaza permanente de autos, camionetas y camiones viniendo hacia mí.
Al final pude realizar el circuito (más o menos para no meterme en contramano), pero francamente vi muy poco de la arquitectura de la zona, más bien me dedique a esquivar colectivos, tragar el humo del caño de escape, sobresaltarme con cada bocinazo, controlar mis picos de estrés y por supuesto perderme.
A las once el sol estaba muy fuerte y, a pesar de algunas nubes que alargaron el rato en que es posible salir a la calle sin quedar pegado al asfalto, puse fin al primer capitulo de mi aventura sobre dos ruedas en Guadalajara. Devolví la bici intacta (intacta yo, la bici que me importa!!) y me fui a la biblio a tomar un poco de fresco y leer un rato.
En serio, dejando de lado algunos abusos automovilísticos el paseo en bici estuvo divertido y probablemente reincida es una forma distinta de ver la ciudad y sin duda más rápido que caminar para ir de un lado a otro.

2 comentarios:

  1. JAJA claro, dominar los frenos contrapedal es todo un desafio... y frenan y todo, no son unos discos hidraulicos con rotores de 180mmm, pero frenan!!
    Bueno, la 1era vez hay que conformarse con zafarla, recien la proxima capaz la disfrutas un poco mas... si andas oscureciendo (para que no te agarre el sol) seria bueno que te consigas una lucecita trasera (son baratas)... y una delantera tambien, por si seguis andando en contramano... no muy fiable la guia arquitectonica no?

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  2. Por ahora no ando de noche, más bien a la mañana temprano, pero ya me prestaron una luz en caso de necesitarla. Es que las bicis las prestan desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche...hay grupos que organizan paseos nocturnos y estaría bueno participar, pero para eso me tendría que conseguir otra bici.

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