A la mañana fui al correo a mandar unas postales a Ushuaia, tanta tecnología y no tengo la dirección postal de casi nadie!! Para no retrasar el envío las mandé a la casa de mis viejos y de ahí irán repartiéndose. Me dijeron que la correspondencia demora tres semanas en llegar, ojala que no más que eso!!
Después de hacer algunas compras en el mercado, lavar ropa y terminar con las tareas de “ama de casa” salí para la biblioteca por un camino distinto para pasar por unas plazas que no conocía.
En el camino encuentro la Escuela de Medicina, cruzó un barrio residencial de clase media y casas bajas; lamento no haber salido con la cámara hay muchas comercios que en apariencia son casas, ponen la mercadería o los productos que venden en una ventana o simplemente en el piso cerca de la puerta (mucha ropa, zapatos o lámparas y otros artículos de decoración) con carteles bien graciosos.
Cerca de la Calzada Independencia hay una plaza donde hay travestis, siguiendo por la avenida están los locales de tatuajes más under (y probablemente menos higiénicos y seguros) y venta de pornografía.
Ya por la peatonal yendo de la escultura de la Imnmolación de Quetzatcoatl hacia el centro encuentro algunos hombres con su escritorio y máquina de escribir en el medio de la vereda, resulta que el Juzgado esta cerca y en plena era digital las personas de menos recursos tienen que pagar para que otros apenas un poquito mejor tipeen en máquinas de escribir de hace 20 años sus documentos y notas (en el correo también tenían máquinas de escribir en lugar de computadores y eso contrasta con todos los Domino´s, Seven Eleven, Sears y cuanta franquicia haya, vuelvo a lamentar haber dejado la cámara de fotos en casa!).
Llego a la Biblioteca, que fue e primer edificio que tuvo la Universidad de Guadalajara en el siglo XVIII y se inauguró como biblioteca el 19 de Julio de 1991. A su inauguración asistieron varios presidentes latinoamericanos entre ellos Carlos Saúl Menem. ¿Qué tal? ¡El tipo inauguraba bibliotecas mientras presentaba el 1 a 1!
En la biblio me paso la tarde leyendo y cuando salgo alrededor de las 8 me agarra la lluvia a mitad de camino. Obvio!! Es Ley de Murphy, si dejé la ropa tendida y salí sin la campera para lluvia…tenía que llover!!!
Llego empapadísima (no hay escapatoria de las lluvias tropicales, no existe el “me mojé un poquito!”)
Impresiones:
- La policía anda por las calles con armas largas…se respira cierta calma forzada…no me da miedo, pero si la sensación de que en cualquier momento puede ocurrir una tragedia.
Si hoy sucediera aquí algo como lo que pasó en DF hace unos días (un hombre que escribía una pared fue alertado por la policía y comenzó a disparar en una estación del metro diciendo que su acción era contra el gobierno, no contra el pueblo) creo que la policía respondería con fuego sin miramientos. Desconozco el nivel de formación de la policía mexicana pero de cualquier manera creo que no se justifica la presencia de tantas armas en la calle, uno las ve todo el tiempo, en cada esquina, a la salida del banco, en las plazas; dicen que hay una guerra desatada contra los carteles de la mafia mexicana que opera aquí y en estados unidos y que tienen asiento en Guadalajara. Camino por las calles sintiéndome bastante segura, sino fuera por la imagen de la policía y la milicia con sus armas largas listos para disparar a quien estornude demasiado fuerte.
- En la entrada a la Biblioteca hay que registrarse y dejar anotado nombre, apellido, ocupación e institución a la que pertenece. Siempre chusmeo las ocupaciones y me agrada encontrar no sólo estudiantes y profesores, sino obreros, jubilados y vaya a saber que más (alguien en ocupación puso lector, me gustaría revisar el registro completo a ver que más encuentro).
No muy lejos mío, en otra mesa, un hombre grande, canoso y arrugado toma notas aplicadamente con pulso tembloroso.
Si me sorprende que la mayoría de los que asisten sean hombres. ¿Dónde están las mujeres?
Después de hacer algunas compras en el mercado, lavar ropa y terminar con las tareas de “ama de casa” salí para la biblioteca por un camino distinto para pasar por unas plazas que no conocía.
En el camino encuentro la Escuela de Medicina, cruzó un barrio residencial de clase media y casas bajas; lamento no haber salido con la cámara hay muchas comercios que en apariencia son casas, ponen la mercadería o los productos que venden en una ventana o simplemente en el piso cerca de la puerta (mucha ropa, zapatos o lámparas y otros artículos de decoración) con carteles bien graciosos.
Cerca de la Calzada Independencia hay una plaza donde hay travestis, siguiendo por la avenida están los locales de tatuajes más under (y probablemente menos higiénicos y seguros) y venta de pornografía.
Ya por la peatonal yendo de la escultura de la Imnmolación de Quetzatcoatl hacia el centro encuentro algunos hombres con su escritorio y máquina de escribir en el medio de la vereda, resulta que el Juzgado esta cerca y en plena era digital las personas de menos recursos tienen que pagar para que otros apenas un poquito mejor tipeen en máquinas de escribir de hace 20 años sus documentos y notas (en el correo también tenían máquinas de escribir en lugar de computadores y eso contrasta con todos los Domino´s, Seven Eleven, Sears y cuanta franquicia haya, vuelvo a lamentar haber dejado la cámara de fotos en casa!).
Llego a la Biblioteca, que fue e primer edificio que tuvo la Universidad de Guadalajara en el siglo XVIII y se inauguró como biblioteca el 19 de Julio de 1991. A su inauguración asistieron varios presidentes latinoamericanos entre ellos Carlos Saúl Menem. ¿Qué tal? ¡El tipo inauguraba bibliotecas mientras presentaba el 1 a 1!
En la biblio me paso la tarde leyendo y cuando salgo alrededor de las 8 me agarra la lluvia a mitad de camino. Obvio!! Es Ley de Murphy, si dejé la ropa tendida y salí sin la campera para lluvia…tenía que llover!!!
Llego empapadísima (no hay escapatoria de las lluvias tropicales, no existe el “me mojé un poquito!”)
Impresiones:
- La policía anda por las calles con armas largas…se respira cierta calma forzada…no me da miedo, pero si la sensación de que en cualquier momento puede ocurrir una tragedia.
Si hoy sucediera aquí algo como lo que pasó en DF hace unos días (un hombre que escribía una pared fue alertado por la policía y comenzó a disparar en una estación del metro diciendo que su acción era contra el gobierno, no contra el pueblo) creo que la policía respondería con fuego sin miramientos. Desconozco el nivel de formación de la policía mexicana pero de cualquier manera creo que no se justifica la presencia de tantas armas en la calle, uno las ve todo el tiempo, en cada esquina, a la salida del banco, en las plazas; dicen que hay una guerra desatada contra los carteles de la mafia mexicana que opera aquí y en estados unidos y que tienen asiento en Guadalajara. Camino por las calles sintiéndome bastante segura, sino fuera por la imagen de la policía y la milicia con sus armas largas listos para disparar a quien estornude demasiado fuerte.
- En la entrada a la Biblioteca hay que registrarse y dejar anotado nombre, apellido, ocupación e institución a la que pertenece. Siempre chusmeo las ocupaciones y me agrada encontrar no sólo estudiantes y profesores, sino obreros, jubilados y vaya a saber que más (alguien en ocupación puso lector, me gustaría revisar el registro completo a ver que más encuentro).
No muy lejos mío, en otra mesa, un hombre grande, canoso y arrugado toma notas aplicadamente con pulso tembloroso.
Si me sorprende que la mayoría de los que asisten sean hombres. ¿Dónde están las mujeres?
Hay pocas mujeres? Que país poco interesante Mexico... x ahi no voy. Capaz que estan todas acusadas de terrorismo, no seria raro
ResponderEliminarPocas mujeres en la biblioteca!!! Igual no te entusiasmes que cantidad no es lo mismo que calidad.
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